En Yolombó, Antioquia, investigan la extraña muerte de Tatiana Blandón, de 23 años, y su pequeña hija Wendy, cuyos cuerpos fueron encontrados sin vida en su propia casa, ubicada en zona rural de ese municipio.
En la inspección judicial, las autoridades hallaron los cadáveres sin signos de violencia, pero hubo un detalle despertó la sospecha de los agentes de la Policía.
“Ahí en el lugar se encuentra una aguapanela, como si hubieran tomado de ella y están en esta parte de la investigación”, indicó el coronel Daniel Mazo, comandante de la Policía de Antioquia.
Envenenamiento es la primera de las hipótesis. La familia de las víctimas asegura que la expareja sentimental de la mujer, a quien las autoridades no han podido localizar, habría tenido que ver en el trágico hecho.
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“Mi sobrina era agredida por el esposo, la agredió el domingo 17 de octubre en la casa de ella, ella lo denunció en la Policía, la Policía bajó y no hicieron nada al respecto”, señaló Elena Sánchez, tía de la víctima.
La Policía respondió a las denuncias hechas por los allegados de la mujer, a quien la Comisaría de Familia de Yolombó protegió con una medida de caución en contra del excompañero sentimental.
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“Ella tenía un contacto comunicacional permanente, se había entrevistado con el comandante de estación y se le estaban dando las atenciones, muestra de ello es que el compañero sentimental ya no estaba en la vivienda”, afirmó Mazo.
Un niño de 4 años, hijo también de Tatiana, se convierte en el único testigo de los hechos. Ambos cuerpos fueron trasladados a Medicina Legal para dictaminar las causas de su muerte.