Diego Torres es un chef colombiano que lleva más de 15 años dedicándose al arte de la cocina, su dedicación, creatividad y esfuerzo le ha valido el reconocimiento a nivel nacional e internacional en el mundo culinario. Motivado por su mejor amigo y jefe de trabajo, Torres decidió aventurarse en el Bocuse D’Or, un evento gastronómico que se realiza cada dos años en Francia y es conocido como el mundial de cocina.
La preparación para este certamen no es nada fácil. Los chefs y su equipo deben comenzar a entrenar con dos años de anticipación para poder presentar un plato a la altura del concurso, alternando sus trabajos con los espacios de creación enfocados en el evento.
Durante ese tiempo, los cocineros pasan 10 horas al día, tres o cuatro veces por semana, practicando sus recetas para perfeccionarlas poco a poco hasta crear el platillo definitivo. Luego de un proceso creativo en el cual todos los participantes del equipo plasman sus ideas, comienza la acción de prueba y error, hasta llegar a la mezcla perfecta.
Antes de llegar a Francia, los chefs deben superar una serie de pruebas rigurosas. Primero es la clasificación nacional, donde solo un cocinero del país puede resultar elegido con su equipo. Este fue el que ganó Diego Torres, que pasó a la etapa de Las Américas, que se realizará en 2024 y donde espera clasificar dentro de los cinco equipos elegidos de diferentes países.
De acuerdo con Carlos Pájaro, primer colombiano en clasificar al Bocuse D’Or y miembro del equipo de Torres, con seis meses de anticipación se les da a conocer el tema del concurso y durante ese tiempo deben hacer entrenamientos estrictos y pruebas de recetas.
Para el chef Pájaro, este torneo equivale a “los juegos olímpicos de la cocina” y la emoción de poder representar al país es inexplicable. “Cargar la bandera de Colombia es un orgullo”, expresó.
Alexánder Charry, chef creativo, aseguró que “lo fundamental es cocinar con pasión y amor”, este es el secreto detrás de sus ideas innovadoras, que propone al equipo cada dos días. Él siempre está pensando en nuevas formas de hacer las cosas y es el primero en llegar a la cocina para dejar volar su imaginación.
Aunque todavía falta una parte del camino por recorrer, los chefs ya tienen la mira puesta en Francia, día a día se preparan arduamente para poder traer a Colombia el reconocimiento, pero, más allá de eso, buscan poder llevar la gastronomía del país a todo el mundo.
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