Los barrenderos con sus herramientas ayudan a mantener limpias las calles de la ciudad de Bogotá. Un periodista de Caracol Ahora se puso en los zapatos de un trabajador que a diario cumple con su importante labor.
Lo primero que hacen los operadores de barrido es ponerse el overol verde, los guantes y el tapabocas que les otorga la alcaldía para realizar su trabajo.
Wilmer de la Cruz, operador de aseo de Ciudad Limpia, dice que lo más difícil de su labor es la indisciplina de los usuarios que dejan basura después de que el recolector barrió la calle.
El periodista de Caracol Ahora Julián Torres llevaba el carro donde van las herramientas del operador, mientas recibía instrucciones de cómo usarlo. “Para que quede más fácil, es mejor andar con las llantas de atrás, porque la llanta de adelante es muy pequeña”, afirmó Wilmer.
Los trabajadores tienen una ruta establecida antes de comenzar con su jornada. Desde una esquina cuentan diez pasos y comienzan a sacar las herramientas.
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Primero hay que sacar el cono naranja para informar a los conductores que hay un operador de barrido trabajando.
El cepillo de los barrenderos siempre debe ir delante del trabajador, quien tiene que procurar llevar la espalda derecha, para evitar una mala postura y sufrir dolores en el futuro.
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Los empleados de Ciudad Limpia se apoyan entre ellos, de acuerdo con la ruta que les asignen. Hay un operador que es el jefe de ruta y los demás le brindan apoyo.
Luego de barrer el espacio que midieron con los diez pasos, se saca la pala para poner los residuos que se habían juntado. La ruta continúa.
El periodista de Caracol Ahora se preguntó la razón por la que las personas que van caminando por la calle ni se fijan en lo que están haciendo los barrenderos. “Eso siempre pasa con los usuarios”, respondió Wilmer.
Otro de los trabajos de los barrenderos es poner las bolsas de basura en las canecas públicas de la ciudad. El trabajador explica cómo es la manera correcta de colocarlas.
En el sector por donde trabaja Wilmer de la Cruz el camión de la basura pasa martes, jueves y sábados. “Cuando la basura no ha pasado, recogemos y dejamos los residuos juntos para que llegue el vehículo recolector y se lleve todo”, aseguró.
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Horas después de su labor, un pequeño carro llega a recoger los residuos que el camión de basura no alcanzó a llevarse, además de lo que se barrió durante el día. Este vehículo es llamado "chanda".
Wilmer contó que haciendo su labor de barrendero ha hallado animales muertos. “He encontrado gatos, generalmente grandes”.
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Julián le dio un mensaje de agradecimiento e Wilmer por su labor diaria: “Le quiero dar gracias porque estar en sus zapatos no es fácil. Lidiar con la intolerancia de las personas que siguen arrojando basura cuando ya se limpió y sacan los residuos cuando no es”.
Por su parte, Wilmer les pidió a las personas ser más consientes. “La misma gente se encarga de ensuciar donde uno ya limpió”.
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