Una entrenadora personal de Reino Unido se arrepintió de haber viajado al extranjero para realizarse una cirugía después de que el procedimiento le desencadenara una sepsis en el abdomen. "Me siento afortunada de estar viva", admitió.

Emma Donohoe, una entrenadora personal de 41 años, suele usar sus redes sociales para compartir los casos de éxito de pérdida de peso de sus clientes. Pese a esto, la también madre decidió entrar al quirófano para eliminar algunos rollitos en el estómago.

De acuerdo con el Daily Mail, la mujer viajó a Turquía para hacerse una liposucción con el fin de eliminar un exceso de grasa en el vientre que no pudo quitar con ejercicio. "No quería hacerme nada importante como una cirugía estética de momia, solo hacerme una liposucción en dos zonas", explicó.

Buscó en redes sociales y aseveró que la clínica que escogió tenía muy buenas reseñas, sin embargo, no le explicaron los pros y contras del procedimiento.

"Cuando me desperté sentí que me estaba muriendo. Mi cuerpo estaba como si estuviera convulsionando. Sentí como si me estuvieran apuñalando una y otra vez en el estómago", describió la entrenadora, quien dijo que, tras volver a su país, una masajista le recomendó ir a urgencias.

Los médicos le dijeron que tenía una sepsis, por lo cual debía volver al quirófano para drenar casi un litro de líquido infectado que se acumulaba en su cuerpo.

"Dijeron que por suerte mis órganos no estaban perforados. Todavía tengo mucho dolor. No se parece en nada a lo que quería. Me han hecho un desastre, lamento mucho esta operación", destacó la entrenadora, quien recomienda a otros no tomar a la ligera este tipo de procedimientos.

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