Sus bailes, gastronomía y palabras como mondongo, cumbia o ají se quedaron en el nuevo mundo. Algunos descendientes revelan el poder de África en sus vidas. Desde la llegada del primer cargamento de africanos a América en 1518, hasta el último desembarco en Cuba, en 1873, más de 10 millones de personas de ese continente fueron convertidas en mercancía para la esclavitud. Nay y Sinar: la otra historia de amor que quedó plasmada en la ‘María’ de Jorge Isaacs Las cuentas, sin embargo, se quedan cortas porque muchos -como Nay en la novela ‘María’ de Jorge Isaacs y los esclavos que la acompañaron en esa travesía hacia la esclavitud- entraron de contrabando. Hoy sus descendientes se sienten orgullosos de esa cultura. ¿Existió Nay? Tras los pasos del personaje de ‘María’ que simboliza la herencia africana Desde sacerdotes católicos que rinden homenaje a sus raíces hasta exjugadores del fútbol que recuerdan con orgullo sus encuentros con hermanos de raza. Hoy, ya sin los grilletes que atormentaron a sus antepasados, otros africanos llegan a América. A Colombia. “Me fui de Camerún porque mi país está en guerra, nos están marginalizando. Están matando a la gente pobre todos los días, mi casa fue quemada, algunos de mis amigos y mis hermanos fueron asesinados a tiros. Por eso me fui de la vida que tenía allá a este lugar”, dice Mula Evans, un refugiado. Por más de tres siglos fueron traídos a América con grilletes y bajo la amenaza del látigo, como lo cuenta Isaacs en su obra. Ahora llegan como inmigrantes en busca de un paraíso, en la misma tierra que hace 200 años era el infierno de sus bisabuelos. La otra cara de ‘María’: una historia de amor enmarcada en una época de terratenientes y esclavos
Para muchos afrocolombianos esta entrañable niñera de la ficción, creada por Jorge Isaacs, es su referente histórico. Hasta “tatarabuela ancestral” la llaman. “Me identifico con Feliciana porque creo que está dentro de mis ancestros”, dice Nancy Llamosa, activista afrocolombiana. Asimismo, piensa el líder cimarrón Wilson Rentería cuando afirma: “la veo como una abuela” Y es que, a lo largo de la novela, Jorge Isaacs retrata el modo de vivir, de sentir y de llorar del mundo africano trasladado a América con grilletes; como lo vivió Nay en el barco esclavista que la trajo a estas tierras. "Los gritos de desesperación que dio al convencerse de la realidad de su desgracia fueron interrumpidos por las amenazas de un blanco de la tripulación. Y, como ella le dirigiese palabras amenazantes, que por ademanes tal vez comprendió, alzó sobre Nay el látigo que empuñaba y volvió a hacerla insensible a su desventura". Jorge Isaacs también rescató cantos africanos que el grupo de marimba tradicional Son Pacifico hoy hace sonar: "se nos hunde ya la luna, rema, rema, rema". A María Isaacs esos cantos le suenan a un pedazo de la historia de su bisabuelo. “Eran como 44 esclavos trabajando con él (Jorge Isaacs), abriendo camino, fue un trabajo muy duro, él dice que sufrió muchísimo en ese trabajo porque era abrir trocha”, recuerda. No hay duda: la historia de Nay es, al mismo tiempo, la historia de la esclavitud y de su abolición. Pero el fin de este fenómeno no fue el inicio de una reivindicación histórica. “Después de la ley del 21 de mayo de 1851, ley sobre la libertad de los esclavos, el Estado repara a los esclavistas, reconociéndoles el derecho a su propiedad. Una reparación económica por cada africano esclavizado (…) a nuestros ancestros no se les reconocen tierras ni educación ni reparación o pago de perjuicios ni trato de personas, ni se les reconoce la condición de ciudadano”, explica Juan de Dios Mosquera, líder cimarrón de Colombia. Aunque ‘María’ es una novela con más de 150 años, en muchas zonas del Chocó y Cauca las cosas han cambiado poco. Vea las anteriores entregas de ‘La otra cara de María’: Nay y Sinar: la otra historia de amor que quedó plasmada en la ‘María’ de Jorge Isaacs La otra cara de ‘María’: una historia de amor enmarcada en una época de terratenientes y esclavos
Una princesa y un príncipe africanos ven truncado su destino por culpa de la esclavitud, una práctica cruel que el autor criticó en su obra. Feliciana, en tierras americanas, y Nay, en tierras africanas, llegó en un barco esclavista a tierras del Darién tras navegar por más de tres meses en condición de esclava. “Le enseñaba las danzas de su tierra natal, sus amorosos y sentidos cantares del país de Bambuk”, escribió Isaacs sobre la nana de María. Bambuk. Bambuco. Uno de los ritmos que África trajo a América. Vea la primera parte de ‘La otra cara de María’: La otra cara de ‘María’: una historia de amor enmarcada en una época de terratenientes y esclavos Para muchos, así sea un personaje de la ficción, hablar de Nay es hablar de una bisabuela.
Recorrer la hacienda El Paraíso, en Cerrito, es reconstruir la historia que Jorge Isaacs inmortalizó. Un idilio atrapado en el horizonte de la muerte. "‘María’ no solo es un clásico del romanticismo, también fue la primera novela con temática negra que se escribe en tierra firme", aseguró Manuel Zapata Olivella.
En medio de la historia de amor que narra Efraín, emerge el cruel fenómeno de la esclavitud. Desde este domingo a las 7:00 p.m. en Noticias Caracol.