Un exempleado demandó a la compañía en la que laboraba luego de que lo despidieran por haber faltado nueve veces a trabajar en un mes.
Según el medio TN, el hombre le escribió un mensaje de texto a sus superiores para pedir faltar al trabajo y uno de ellos le respondió con un emoji de un pulgar hacia arriba (👍).
Al creer que la respuesta era afirmativa, faltó aquel día. Luego, en otras ocho oportunidades, volvió a escribir para poder ausentarse, a lo cual también recibió como contestación emojis de un pulgar hacia arriba.
El Superior Tribunal de Justicia de Río Negro analizó la situación y los testimonios de los implicados.
Determinó que “la utilización de emojis en las comunicaciones digitales es muy limitada y relativa” por lo que cualquier persona puede interpretarlo de diferente manera.
Al exempleado argumentar que sus ausencias estaban justificadas “porque la empresa respondió con el clásico pulgar hacia arriba de la plataforma WhatsApp”, el tribunal resaltó que aquel emoticón debió estar respaldado por alguna respuesta escrita que aclarara lo que quería decir su superior.
Además, el tribunal también tuvo en cuenta los antecedentes del extrabajador. Encontró que tenía 47 sanciones y otras ausencias injustificadas.
Explicó que solo era una señal de que el mensaje había sido recibido, más no una aprobación para ausentarse.
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