Inundaciones, corrimientos de tierra y otros desastres naturales son el inicio de la primavera en el gigante asiático.
Las crecidas inundaron 2,18 millones de hectáreas de campos de cultivo y destruyeron 30.000 viviendas, según el cómputo provisional que hoy presentó el portavoz de la institución, Zhang Jiatuan, en rueda de prensa, del que se hizo eco la agencia oficial Xinhua.
Para responder a esta situación, el Ministerio de Recursos Hídricos y el de Finanzas han destinado fondos de asistencia a las regiones afectadas por valor de 1.700 millones de yuanes (250 millones de dólares estadounidenses).
En los meses de verano, buena parte de China, especialmente la mitad sur, se ve afectada por lluvias torrenciales y tifones, que algunos años pueden causar miles de muertos, aunque la mejora de medidas de prevención en las pasadas décadas ha logrado reducir estas cifras.
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