Otras diez resultaron heridas al desplomarse las construcciones en un barrio popular. Equipos de rescate siguen con labores para localizar a por lo menos otra decena de desaparecidos.
La Alcaldía de Río de Janeiro confirmó la muerte de dos personas en el lugar de los hechos y la de un hombre que había sido rescatado con vida, pero falleció horas después en el Hospital Unimed-Río, a donde había sido trasladado.
Asimismo, otros dos cadáveres fueron hallados entre los escombros la tarde de este viernes, mientras los bomberos localizaron a un niño con vida y trabajaban para sacarlo de los escombros.
Los fallecidos son un hombre de 40 años, un niño de siete y un varón que todavía no fue identificado, además de los dos cuerpos encontrados por la tarde.
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Según informó el Cuerpo de Bomberos de Río, unos 90 agentes participan en los servicios de rescate, que cuentan además con el auxilio de perros rastreadores, helicópteros, drones, ambulancias y vehículos de recogida de cadáveres.
Entre las víctimas rescatadas con vida, que fueron ingresadas en diferentes hospitales de la región, figuran un niño de cuatro años y una niña de 10, ambos hospitalizados en condiciones estables, y tres adultos, quienes ya fueron dados de alta.
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La Secretaría de Salud de la ciudad informó además que una mujer de 35 años permanece hospitalizada en el Centro de Cuidados Intensivos (CTI) en estado grave, mientras un hombre de 46 años y una mujer de 44 se encuentran estables y bajo observación médica.
De acuerdo con testigos, decenas de personas fueron sepultadas tras el desplome de las dos edificaciones en el barrio de Muzema, en la zona oeste de Río de Janeiro.
La Alcaldía expresó que cerca de sesenta edificios en la región fueron construidos de manera "irregular" en zonas de "alto riesgo de desmoronamiento" y, hasta las 18.00 hora local (21.00 GMT) Defensa Civil ya había impedido el acceso a 13 de ellas.
Debido a las calles acordonadas y al riesgo de que edificaciones aledañas puedan colapsar, 23 familias fueron desalojadas y han recibido la ayuda de asistentes sociales.
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El barrio de Muzema, controlado por milicias armadas que impedían la demolición de los predios irregulares, fue uno de los más afectados por las fuertes lluvias que golpearon a Río de Janeiro esta semana y que dejaron al menos diez muertos y decenas de heridos.
Habitantes del lugar denunciaron que las milicias, que son organizaciones criminales integradas por expolicías y agentes activos corruptos y controlan diversas áreas de la ciudad, ocupan terrenos y construyen residencias para venderlas ilegalmente.
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La "ciudad maravillosa" permanece en estado de crisis, considerado el más alto en la escala de emergencias, debido a las fuertes tormentas.
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