Michael Andrew Murphy estaba sumamente cansado de encontrar la tumba de su madre, Linda Torello, sucia, pues siempre habían rastros de orina y heces fecales.
Al inicio, Michael y su hermana creyeron que un paseador de perros descuidado era el culpable, pero en videos de cámaras de seguridad que colocaron los hijos se dieron cuenta que el responsable era una expareja de su mamá.
La tumba de Linda, quien descansa en el cementerio de la Iglesia Reforma de Tappan en Orangetown (Nueva York), era profanada por Dean Eichler, un hombre de 68 años.
Según el medio New York Post, los hermanos se percataron de que el hombre apareció a las 6:15 a. m. durante cuatro días seguidos realizando los “gestos irrespetuosos”.
Eichler estuvo casado con Torello hasta 1974.
No entienden por qué, luego de tantos años, el hombre se ha empeñado en profanar la tumba, además que no lo ha hecho solo, su actual esposa lo ha ayudado.
Aunque no ha sido acusado formalmente, podría enfrentar cargos por “profanación de un cementerio y por robo o vandalismo de una parcela o tumba".
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