Horrorizada por las constantes imágenes de este elemento en el océano, una constructora presentó una alternativa que ya toma auge.
Son pitillos hechos completamente de madera que, a diferencia de los tradicionales, no representan un peligro para el medio ambiente y los animales.
Además, se hacen de árboles que han caído naturalmente por las torrenciales lluvias que acompañaron los huracanes que llegaron a la isla este año, lo que evita un incremento en la tala de árboles.
Son los primeros en su clase y han ido reemplazando los pitillos de plástico en la capital japonesa.
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Aunque producirlos resulta más costoso, la compañía aclara que los restaurantes y cafés que los usen saldrán beneficiados porque son reutilizables.
Esta apuesta ha llamado la atención de más de un comerciante y los japoneses ya empiezan a verlos en todos los cafés.
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