El expresidente hizo un llamado a la unión e hizo un llamado al sector conservador de su país a ser “compasivos”.
Desde el Ice Palace de Miami, abarrotado de demócratas, el expresidente Barack Obama abogó por un país más amable y generoso, en el que la política esté al servicio de la gente y no que sea usada para generar división.
"En las últimas semanas de esta elección, hemos visto repetidos intentos de dividirnos con una retórica diseñada para enfadarnos y atemorizarnos, que está diseñada para explotar nuestra historia de división racial, étnica y religiosa, que nos enfrenta unos a otros", dijo.
Obama expresó su apoyo a Andrew Gillum, candidato a la gobernación de Florida, así como al senador Bill Nelson, quien busca mantener su curul; pero, además, criticó las políticas de la administración Trump, en especial en el tema migratorio.
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“Sé que hay conservadores sinceros que son compasivos y deben pensar que no hay nada de compasivo en arrancar a los niños inmigrantes de los brazos de sus madres en la frontera. Y supongo que reconocen que un presidente no puede decidir por sí mismo quién es ciudadano americano y quién no”, añadió.
Durante su discurso el exmandatario fue frecuentemente interrumpido por la ovación del público y hasta por un contradictor, a quien sacaron del recinto.
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En la Florida los demócratas llevan una leve delantera en cargos clave. Sin embargo, es uno de los estados en los que se siente fuerte división, así es que podría haber sorpresas para el próximo 6 de noviembre cuando los estadounidenses renovarán el Congreso y elegirán otros cargos estatales y locales.
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