Shirley Andrea García hace una maestría en Shendu, a cuatro horas de Wuhan. La mayoría de sus compañeros ya partieron y ella pide ayuda a la Cancillería.
Este joven y otros tres colombianos permanecen encerrados. Solo pueden salir, bajo supervisión, a un supermercado en el campus para aprovisionarse de comida.
“Tenemos una hora para comprar y devolvernos”, relata Shirley.
La comida ya escasea en la zona y la angustia se está apoderando de ellos. Dice que no han tenido respuesta concreta ni de la Cancillería ni la embajada en Beijing.
Publicidad
Vea también:
China contó mal los muertos del coronavirus: la cifra es menor de lo que había dicho
La joven pidió ayuda para poder abandonar lo más pronto posible esa ciudad y retornar a Colombia.
Publicidad