Organizaciones y manifestantes aseguran que las medidas tomadas en estados como Alabama son un retroceso a los derechos civiles.
Las protestas se extienden de Maine a Hawái, es decir de extremo a extremo, para denunciar las recientes leyes antiaborto. En especial la de Alabama que prohíbe esta práctica incluso en casos de violación e incesto. Solo permite el aborto si la vida de la madre peligra.
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“Es muy importante para mí como madre. Yo le enseño a mi hija la importancia de respetar su cuerpo y conocer los derechos relacionados con su cuerpo. Toda mi vida he tenido ese derecho y está siendo atacado en todo el país", dice Mindy Brooks, una de las manifestantes.
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El movimiento ‘Stop the bans’, que traduce ‘Detengan las prohibiciones’, convoco más de 400 manifestaciones frente a edificios gubernamentales.
La más grande fue ante la Corte Suprema en Washington, a donde podría llegar de nuevo este agudo debate.
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“Están atacando a las mujeres y llamándolo una victoria moral. Si se preocuparan por las mujeres y si fueran morales, estarían brindándonos atención médica a todas y utilizarían su tiempo para asegurarse de que sus hospitales y sus proveedores estuvieran preparados con los kits de violación", dice Kim Porteous, defensora de los derechos de las mujeres.
Además de Alabama, Georgia, Ohio, Misisipi, Kentucky, Iowa y Dakota del Norte aprobaron leyes que impiden el aborto después de que se escuche el primer latido del corazón del bebé, que se calcula es a las seis semanas de gestación. En Misuri será ilegal a partir de las ocho semanas.
Ninguna de estas leyes ha entrado aún en vigor.