En Noble, Estados Unidos, ocurrió uno de los hechos más insólitos de los últimos años, pues la crematoria Tri-State decidió que en vez de incinerar cadáveres, entregarían a las familias en luto polvo de concreto.
En medio de un paseo matutino con su perro, un hombre pensó que su mascota había tropezado con una piedra, pero al percatarse de que era una “extraña roca”, se dio cuenta de que el objeto en verdad era un cráneo.
Al parecer, esta no era la primera vez que una persona se topaba con un cráneo en medio del bosque. La Policía de la ciudad venía recibiendo llamadas relacionadas a este tipo de hallazgos.
Ante el hallazgo del perro y su amo, la Policía decidió dirigirse a la crematoria Tri-State, encargada de incinerar cuerpos de difuntos en los estados de Georgia y Alabama.
Al confrontar a los dueños de la empresa, las autoridades se percataron de que el cráneo encontrado en el bosque pertenecía a un difunto que debió ser cremado.
Durante los últimos años, la crematoria había dejado de incinerar a más de 300 cadáveres.
Todos estaban en diferentes estados de descomposición. Incluso, algunos cadáveres estaban arrumados en sus ataúdes y otros esparcidos por la propiedad.
De todos ellos, solo pudieron identificar 226 gracias a pruebas de ADN.
Al conocerse el caso, la Policía le pidió a los familiares de los difuntos acercarse a las entidades correspondientes para averiguar qué era lo que les habían dado en los cofres. Luego de unos análisis en el laboratorio, se reveló que el contenido era polvo de concreto.
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