La mujer se dio a conocer en medios alemanes y austriacos luego de rechazar una millonaria herencia de más de 4.000 millones de euros. Dice que tener esa cantidad de dinero “no la haría feliz”.

Marlene Engelhorn es descendiente de los fundadores de una de las compañías químicas más importantes del mundo, BASF. Incluso, según Forbes, su abuela es la persona 687 más rica del mundo.

La joven es estudiante de Lengua y Literatura en Viena y ha liderado movimientos que comparten mensajes de conciencia sobre clases sociales, promoviendo que debería existir mayor redistribución de la riqueza y que quienes sean millonarios paguen más impuestos.

Al conocer que recibiría 4.200 millones de euros, salió a medios europeos, se pronunció y dijo que rechazó el 90% de la herencia.

“No quiero ser tan rica. No debería ser mi decisión qué hacer con el dinero de mi familia, por el cual no he trabajado”,

argumentó Engelhorn.

Tampoco recibe la herencia por otros dos motivos: no sabría qué hacer con tanto dinero y considera que le causaría problemas y malos entendidos.

“No se trata de una cuestión de voluntad, sino de equidad. No he hecho nada para recibir este legado. Esto es pura suerte en la lotería del nacimiento y pura coincidencia”,

explicó.

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