Al menos una decena de proyectiles cayeron sobre los destacamentos militares de Ain al Assad y Erbil, en respuesta a la muerte del general Soleimani.
Los ataques fueron asumidos por los Guardianes de la Revolución, que además amenazaron con golpear también a Israel y a los gobiernos aliados de Washington.
De su lado, el Pentágono informó que aún "trabajaba en el balance inicial de daños". Por el momento se desconocen informaciones sobre víctimas a raíz de los ataques.
De acuerdo con el Pentágono, las bases atacadas se encontraban "en alerta debido a las indicaciones de que el gobierno de Irán planeaba golpear nuestras fuerzas e intereses en la región".
La televisión estatal iraní mencionó que se utilizaron "decenas de misiles" contra los objetivos en territorio iraquí, aunque en Washington el Pentágono mencionó que "más de una docena" de proyectiles habían sido lanzados contra las bases aéreas de Ain al Asad y Erbil.
Al asumir la responsabilidad por los ataques, el gobierno iraní advirtió sobre "más respuestas devastadoras" en caso de que Estados Unidos decida un contragolpe.
En una nota, los Guardianes de la Revolución también llamaron a los estadounidenses a ordenar el retorno de sus tropas en Irak y en toda la región.
Por su parte, el presidente Donald Trump aseguró: “Hasta ahora, todo está bien (…) tenemos el ejército más poderoso y bien equipado”. Y anunció que este miércoles hará una declaración sobre lo ocurrido.
All is well! Missiles launched from Iran at two military bases located in Iraq. Assessment of casualties & damages taking place now. So far, so good! We have the most powerful and well equipped military anywhere in the world, by far! I will be making a statement tomorrow morning.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 8, 2020
El pasado viernes un ataque de un dron estadounidense mató en Bagdad al influyente Soleimani, así como al jefe militar iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, alto dirigente de la milicia proiraní Hashed al Shaabi.
Ante la respuesta iraní de este miércoles, los precios del petróleo en los mercados internacionales aumentaron 4,5 %, traduciendo de esa forma las preocupaciones globales sobre un dramático agravamiento de las tensiones en la región.
¿Retirada?
La respuesta iraní al asesinato de Soleimani ocurrió después de cinco días de creciente tensión entre Teherán, Bagdad y Washington, en un escenario agravado por la confusión sobre el futuro de las tropas estadounidenses en territorio iraquí.
En las ceremonias fúnebres dedicadas a Soleimani, altas autoridades iraníes prometieron "venganza" por el asesinato, aunque Trump aumentó aún más las tensiones al calificar al militar asesinado como "un monstruo".
En tanto, la situación se tornó más compleja con las confusiones relativas a la situación de las tropas estadounidenses en Irak.
Estados Unidos descartó el martes cualquier plan para abandonar Irak, pero algunos de sus aliados occidentales ya pusieron en marcha planes para iniciar esa retirada.
Retirar las tropas estadounidenses "es lo peor que podría pasarle a Irak", declaró el presidente de Estados Unidos. "Queremos salir en algún momento, pero este no es el momento correcto", dijo Trump, quien subrayó el peligro que, según él, representa la poderosa y vecina República Islámica de Irán.
Casi al mismo tiempo, su secretario de Defensa, Mark Esper, aseguró en una conferencia de prensa que la política estadounidense "no había cambiado": "No abandonaremos Irak", dijo.
La administración Trump generó enorme confusión el lunes al transmitir por error a las autoridades iraquíes una carta anunciando los preparativos para la retirada de sus soldados.
La carta se refería a la votación del parlamento iraquí que instó el domingo a su gobierno a expulsar a las tropas extranjeras de Irak, a raíz del asesinato de Soleimani.
Como señal de un diálogo de sordos que podría continuar, el primer ministro iraquí confirmó el martes que recibió una carta "firmada" y "muy clara" del comando estadounidense anunciando una retirada militar.
Por otra parte, la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) comenzó a mostrar las primeras grietas, lo que se sumó al clima de incertidumbre.
Gran multitud en Kermán
Si Francia e Italia ya anunciaron su intención de permanecer en Irak, Canadá y Alemania anunciaron el martes el traslado de parte de sus soldados a Jordania y Kuwait. La OTAN ha decidido retirar temporalmente parte de su personal de Irak.
A pesar de los llamados a la calma de la comunidad internacional, que teme una explosión generalizada en suelo iraquí, una escalada regional e incluso una guerra abierta entre Washington y Teherán, la muerte del general Soleimani aún sigue provocando reacciones.
Durante su homenaje en Kermán, su ciudad natal en el sudeste de Irán, una gran multitud exigió venganza gritando "muerte a Estados Unidos". Lo mismo sucedió cuando su ataúd se detuvo el domingo y el lunes en Teherán y en otras localidades iraníes.
Pero una estampida dejó más de 50 muertos y 200 heridos
, según funcionarios locales citados por los medios iraníes.
"Vamos a vengarnos"
El proceso de "expulsión de Estados Unidos de la región ha empezado", arengó a la masa congregada en Kermán el general de división Hosein Salami, comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución.
"Vamos a vengarnos (...). Si [atacan de nuevo] incendiaremos lo que aman", dijo enigmáticamente. "Ellos [Estados Unidos] saben bien de qué objetivos hablo".
El parlamento iraní votó el martes una ley que considera "terroristas" a todas las fuerzas armadas de Estados Unidos tras el asesinato de Soleimani.
Tanto en Estados Unidos como en otros países ya se está debatiendo sobre la legalidad del ataque en el que murió Soleimani. Trump hizo "una revisión completa y profunda de la base legal", dijo su secretario de Estado, Mike Pompeo.
Con la esperanza de lograr una "desescalada", varios países han intensificado sus esfuerzos diplomáticos. Los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña se reunieron el martes en Bruselas para discutir la crisis.
Por otra parte, el jefe de la diplomacia de Irán, Mohamad Javad Zarif, explicó este martes que supo por el secretario general de Naciones Unidas que Estados Unidos le rechazó el visado para ir a la sede de la ONU en Nueva York.
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