Michael Raduga, un investigador de 40 años que nació en Rusia, estuvo a punto de morir luego de que se practicara una cirugía cerebral a sí mismo.
Según una publicación en su cuenta de Instagram, lo que buscaba con este “experimento” era colocarse un implante cerebral para tener sueños lúcidos.
Este sujeto, quien no tiene conocimientos en neurocirugía o medicina, de acuerdo con el medio Daily Mail, logró sobrevivir a la implantación de un electrodo (una varilla metálica).
Explicó que utilizó un taladro que compró en la ferretería para perforarse el cráneo y así quitar una parte de este.
Explicó que lo que pretendía hacer era poder controlar los sueños como lo hace el personaje de Leonardo DiCaprio en la película El origen.
Después de cinco semanas de haberse perforado, un grupo médico extrajo el implante cerebral.
Médicos advierten que realizar este procedimiento es sumamente peligroso.
“La neurocirugía solo debe ser practicada por neurocirujanos experimentados y calificados. Todo tipo de complicaciones podrían haber ocurrido, como haber afectado una vena cortical o un vaso intracerebral. Hubiera tenido un derrame cerebral”, comentó el neurocirujano Alex Green de la Universidad de Oxford.
Haga clic aquí: