Nicole Harper estuvo en grave peligro por la maniobra de un policía en medio de una persecución. El día de los hechos, el uniformado encendió la sirena y la conductora activó las luces de estacionamiento, en señal de que se detendría. Sin embargo, continuó la marcha, según ella, en busca de un lugar seguro para hacerlo.
En la cámara incorporada a la patrulla quedó registro cómo el agente, tras unos dos minutos de persecución, empujó la camioneta e hizo que la mujer al volante perdiera el control y finalmente terminó volcada.
Para el día de los hechos Nicole Harper, de 38 años, tenía dos meses de gestación.
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El uniformado dio marcha atrás, descendió del vehículo y pese al accidente cuestionó a Harper por no parar, a lo que ella respondió: “no sentía que fuera seguro”.
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Demanda contra el policía
Aunque ha pasado casi un año del incidente, el mes pasado Nicole Harper decidió entablar una denuncia contra el policía que conducía la patrulla esa noche en una vía de Arkansas, Estados Unidos .
Según el abogado de la mujer, ella pasó horas llorando por miedo a perder su bebé. Sin embargo, chequeos constataron que no había ocurrido nada grave. De hecho, la niña nació en febrero.
Harper considera que hubo uso excesivo de fuerza y la maniobra “constituyó un intento imprudente de llevar a cabo una conducta que provocó un riesgo sustancial de lesiones físicas".
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Ella fue acusada de no abrir paso a un vehículo de emergencia y por no detenerse ante un requerimiento policial.
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