En medio de la pandemia, Nicaragua es el único país de América Latina que no ha cerrado sus fronteras. Gobierno dice que no hay casos locales.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que cumple este martes 26 días sin dar la cara en público en medio de la pandemia por el coronavirus, pero no es la primera vez que desaparece en medio de una crisis.
En su larga carrera política, que incluye 18 años, seis meses y 12 días como gobernante, incluido los últimos 13 años y casi tres meses de forma consecutiva, acostumbra a desaparecer en los primeros días de las crisis y luego reaparece en público.
Por su parte, a Organización Panamericana de la Salud (OPS) considera "inadecuados" la prevención y control de la COVID-19 en Nicaragua, dijo el martes.
Publicidad
La directora del organismo señaló la "preocupación" de la oficina regional de la OMS por la respuesta del país centroamericano a la pandemia.
"La OPS ha estado preocupada por la respuesta a la COVID-19 que se ve en Nicaragua", dijo Carissa Etienne, en rueda de prensa por videoconferencia.
Publicidad
"Nos preocupa la falta de distanciamiento social, la convocatoria de reuniones masivas. Nos preocupan los exámenes, la trazabilidad de los contactos y la notificación de casos. También nos preocupa lo que vemos como una prevención y control de infecciones inadecuados", indicó.
Nicaragua es el único país de América Latina que no ha cerrado total o parcialmente sus fronteras, no tomó medidas de confinamiento de la población, mantiene abiertas las escuelas y promueve ferias, actividades recreativas y de turismo, lo que ha sido duramente cuestionado por médicos, empresarios y opositores.
Mientras en la región aumentan los contagios confirmados del nuevo coronavirus causante de la enfermedad COVID-19, en Nicaragua, un país de 6,3 millones de habitantes, se han detectado solo seis casos importados y un fallecido. Sin embargo, el gobierno de Daniel Ortega no ha informado cuántas pruebas ha realizado.
Etienne dijo que la OPS, "en diversos momentos y a diversos niveles, tanto de manera informal como formal", ha planteado a las autoridades nicaragüenses sus inquietudes respecto a la gestión del brote epidémico, declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo.
Publicidad
Aunque recordó que "Nicaragua es un país soberano" a la hora de tomar decisiones, destacó la disposición de la OPS para apoyar la respuesta sanitaria.
"La OPS sigue preparada para trabajar con las autoridades de Nicaragua para garantizar que realmente están respondiendo a la COVID-19 de una manera que salvará vidas y evitará muchas enfermedades", dijo.
Publicidad
Las autoridades nicaragüenses aseguran que no hay contagios locales y han instado a la población a mejorar la higiene como medida de prevención a través de sus medios de comunicación y brigadas de salud que, según el gobierno, han visitado más de dos millones de hogares.
Rosario Murillo, portavoz del gobierno y esposa de Ortega, ha usado referencias religiosas para hablar del nuevo coronavirus y da "gracias infinitas a Dios" por la recuperación de los pocos contagiados.