En medio de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, miles de personas resultaron afectadas y traumatizadas, entre ellas, Courtney Clark, quien para ese entonces tenía 22 años.
Aquel día, ella se encontraba en su trabajo, situado a pocas cuadras del World Trade Center. Al estar en el sitio, se percató de que sus compañeros no estaban.
Al ver por las noticias de que un avión había chocado contra una torre, apareció uno de sus colegas para indicarle que debía evacuar el edificio.
Desde la calle vio cómo otro avión destruía la segunda torre. Tras presenciar más de 25.000 heridos y otros tres mil muertos, dice que su vida no fue igual. Incluso, quedó con un trauma.
Cuatro años después de los atentados, notó que tenía un lunar que estaba creciendo y cambiando. Los médicos le diagnosticaron melanoma, descrito como “el tipo más grave de cáncer de piel”, según Mayo Clinic.
Para su sorpresa, cuatro veces ha sido diagnosticada con este cáncer y, según el medio USA TODAY, recientemente Clark descubrió que es una de las aproximadamente 30.000 personas que pueden “rastrear su enfermedad hasta el 11 de septiembre”.
Ella es tratada por el programa de Salud del World Trade Center, el cual brinda atención médica y monitoreo a afecciones relacionadas con los ataques del 11 de septiembre, por ello se concluyó que es una de los sobrevivientes.
Además, Clark también padece asma, producto del 11 de septiembre.
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