El número de casos confirmados ascendió a 398.000, mientras que el de fallecidos alcanzó los 12.813, contando los 1.942 de este martes.
El alto porcentaje de afroamericanos muertos por COVID-19 en Estados Unidos ha empezado a encender las alarmas en el país, en plena crisis por la pandemia del coronavirus.
Las vecinas Nueva York y Nueva Jersey siguen siendo el epicentro de la pandemia con más de 183.000 positivos y 6.721 muertos entre los dos, aunque los brotes en estados como Michigan y Luisiana son cada vez mayores y más mortíferos.
Afroamericanos y COVID-19
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El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, fue el primero este lunes en dar la voz de alarma al advertir que un 70 % de los casi 600 fallecidos en su estado son afroamericanos, pese a que el colectivo apenas representa el 33 % de la población.
Números parecidos han aflorado en Illinois, que con un 15 % de afroamericanos representan el 43 % de muertes y el 28 % de contagios, o en Michigan, que representando un 14 % de la población del estado suman un 40 % de los fallecidos y un 33 % de contagios.
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Las cifras son tan alarmantes que el presidente de EE. UU., Donald Trump, dijo hoy durante la rueda de prensa que su gobierno las está estudiando con detenimiento para entender qué es lo que está pasando.
Uno de sus más altos asesores médicos, Anthony Fauci, achacó los datos de mortalidad a la mayor incidencia de enfermedades como la diabetes, el asma, la hipertensión y la obesidad entre la comunidad negra.
La epidemióloga Sharrelle Barber de la Universidad Drexel en Filadelfia aclaró a The New York Times que la causa de la mortalidad mayor entre afroamericanos "no es biológica", sino que "realmente son las desigualdades estructurales existentes".