Lucy Humphrey vivió durante más de una década con lupus, una enfermedad que atacaba sus tejidos y órganos.
Para 2019, los doctores le dijeron que a pesar de las diálisis, debía someterse a un trasplante, sino su esperanza de vida iba a ser de cinco años.
Junto a su pareja, Cenydd, decidieron visitar la playa Cold Knap, en Gales, para pasear a sus perros.
En medio de su tarde en la playa, uno de sus perros se acercó en varias oportunidades a una mujer que estaba a cien metros de distancia.
Debido a que el dóberman no se alejaba de la mujer, decidieron ir a pedirle una disculpa.
En ese momento conocieron a Katie James, una mujer que le cambiaría la vida a Lucy.
Katie les ofreció unas bebidas alcohólicas y ellos le explicaron que Lucy no podía consumirlas, pues estaba en diálisis.
Katie preguntó: “¿Para qué son las diálisis?”, a lo que Cenydd le contestó que su esposa padecía lupus y que estaba esperando un trasplante de riñón.
Katie les contó que recientemente acababa de entrar en el registro de donación de riñón. Cuando le preguntaron a quién se lo daría, ella les dijo: “A cualquiera que lo necesite”.
Según informó el medio BBC, al día siguiente de su primer encuentro, ambas mujeres se comunicaron con un coordinador de donantes. Se les practicaron las pruebas y resultó que eran compatibles para realizar el trasplante.
Se sometieron a la cirugía el 3 de octubre de 2022 en el Hospital Universitario de Gales. Los médicos indicaron que el procedimiento fue todo un “éxito”.
Lucy está profundamente agradecida con Katie.
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