En el Bank of the West, en California, Estados Unidos, un delincuente identificado como Eduardo Plasencia, de 42 años, por poco desata el pánico luego de una inquietante nota que le entregó a una cajera.
En aquella nota exigía que le entregaran el dinero y argumentaba que "llevaba explosivos".
Justo detrás de Eduardo estaba Michael Armus, de 69 años, quien iba a depositar un cheque. El adulto mayor reconoció al ladrón, pues fue un vecino suyo y amigo de su hija.
Según reportaron las autoridades, Michael intervino y le preguntó: “¿Qué pasa? ¿No tienes trabajo?”. A lo que Eduardo le contestó: “No hay nada en esta ciudad para mí. Solo quiero ir a prisión”.
Michael tomó a Eduardo y lo convenció de salir del banco. En las puertas del sitio se dieron un abrazo y el hombre que pretendía hurtar empezó a llorar.
El medio ABC News informó que la Policía llegó al sitio y arrestó a Eduardo por intento de robo. Descubrieron que el señalado ladrón estaba desarmado.
“Estaba destinado a que yo estuviera aquí”, les contó el buen ciudadano.
Haga clic aquí: