En ciertas situaciones, los mininos pueden adoptar conductas un “poco destructivas”. Arañar los muebles o estropear un objeto frágil suelen ser los “daños” más comunes que hacen en los hogares.
Expertos afirman que los gatos son sumamente inteligentes y que tienen una gran memoria tanto a corto como a largo plazo, por lo que pueden ser entrenados "fácilmente" para evitar que realicen ciertas acciones dañinas o destructivas.
VCA Animal Hospitals, un grupo de veterinarias estadounidenses que busca lograr un impacto positivo en los animales, recomienda que, siempre que vaya a reprender alguna acción de su minino, recuerde que “está castigando el comportamiento, no al gato”.
Si el comportamiento es considerado como una acción que busca satisfacer su naturaleza o necesidades, no debe regañarle.
Cuando se percate que su gato se está preparando para empezar un juego brusco, pare dicha dinámica de inmediato alejándose, rociándole un poco de agua o realizando un silbido. Como última medida, puede darle un ligero toque, muy pequeño, en su nariz o en la parte superior de la cabeza. Esto le ayudará cuando su minino quiera morderlo o arañarlo.
VCA Animal Hospitals resalta que un regaño aplicado de “manera inapropiada puede causarles miedo, ansiedad y su alejamiento del amo”. Evite optar por un castigo físico, pues su mascota podría desencadenar sentimientos de miedo.
Por ejemplo, si el gato suele acercarse hacia un área donde usted tiene objetos frágiles, opte por colocar alguna alarma que suene "irritante" y alerte cuando detecte el movimiento del minino, eso le ayudará a la mascota a relacionar que no debe acercarse a la zona si no quiere escuchar el ruido.
Trate de proporcionarle a su gato juguetes que pueda morder, golpear u objetos con los que pueda rascar, trepar, perseguir o saltar. Bríndele opciones.
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