Michele Rose pasó seis angustiosos días sin saber cuál era el paradero de su gato, Mowgli, que había desaparecido de un momento a otro.
Buscó sin cesar a Mowgli y “casi había perdido la esperanza” de encontrarlo, pues no hallaba rastro alguno de él.
Sin imaginarlo, Daisy, su perrita, fue de gran ayuda para dar con el paradero de Mowgli.
En medio del sexto día de búsqueda, Daisy la llevó por un sendero hacia las antiguas minas de Cornwall, Inglaterra. Y, sin esperarlo, el animal se “detuvo en seco” junto al pozo de la mina.
De acuerdo con la BBC, la perrita no se movió del sitio en mucho tiempo, así que Michele procedió a llamar a la Real Sociedad para la Prevención de Crueldad hacia los Animales (RSPCA) y a los bomberos para que buscaran en esa zona.
Debido a que la hora de la llamada fue muy tarde, las autoridades debieron dejar la búsqueda para la mañana siguiente, pues el terreno estaba muy oscuro para trabajar.
Al día siguiente, Stephen Findlow, oficial de rescate de animales de RSPCA, vio que Mowgli estaba a 30 metros de profundidad.
Procedieron a realizar el trabajo de rescate del gato. Por fortuna, el animal resultó ileso.
Michele cree que se debió a que Daisy “es bastante matriarcal y los aguanta (a Mowgli y Baloo, otro gato), ellos la aman y ella es muy protectora con ellos”. Y añadió: “Ella es una superestrella, es una perra increíble”.
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