En una granja de Tailandia nació un ternero con "cabeza humana", pues el tamaño del cráneo del animal llegó a asemejarse al de un niño.
Debido a su malformación, algunos creyeron que se debió al resultado de un cruce entre un humano y una vaca, pero los científicos negaron esta teoría.
Expertos le comentaron al medio Daily Star que el ADN humano es “demasiado diferente del bovino” para crear descendencia, independientemente si es mutante o no.
El ternero con cabeza humana no logró sobrevivir y los veterinarios creyeron que su apariencia se debió a una deficiencia de calcio.
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