Muchos dicen que si se llegan a ganar la lotería dejarían de trabajar para dedicarse a viajar por el mundo, pero este no es el caso de Pierre Richer.
A pesar de que el pasado 6 de octubre este canadiense ganó 50 millones de dólares en el sorteo Lotto Max, dijo que iba a regresar a su trabajo el siguiente lunes a las 4:30 a. m., como lo ha hecho durante los últimos 40 años.
Pierre, de 60 años, se desempeña como conductor y jefe de transporte marítimo en una empresa de alimentación. Aseguró que no tiene intenciones de abandonar su puesto o compañeros.
“No puedo dejarlos solos en la oscuridad. Sin mí, el departamento de transporte marítimo no es viable”, aseguró al medio Loto-Québec.
Cuando se enteró de que había ganado la lotería, lo único que dijo fue “ok”, como si le hubieran dicho cualquier otra noticia.
Desde que ganó la lotería dice que “se siente igual” y que “nada ha cambiado”.
Eso sí, planea utilizar el dinero del premio para comprar una casa, un carro nuevo e irse de vacaciones.
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