Esta condena se da tras la denuncia de abuso sexual interpuesta por Carolina Rozo, fisioterapeuta del equipo.
El juez determinó que la conducta de Didier Luna fue reprochable y se logró demostrar la afectación emocional que causó a la fisioterapeuta.
Sin embargo, debido a un acuerdo del entrenador con la Fiscalía, su condena se generó por el delito de injuria por vía de hecho agravada y no acoso sexual.