Colombia, tierra de atletas: el luchador de una dinastía que sueña con triunfar en Tokio 2020

Carlos Izquierdo es una promesa hecha realidad en la lucha y el encargado de darle continuidad al legado de su familia.
En Buga, centro del Valle del Cauca, el coliseo de lucha del barrio El Albergue tiene historia con la familia Izquierdo. Y es que esta se ha encargado de mantener viva la dinastía de la lucha, la misma que iniciaron su papá Carlos y su tío Luis Fernando Izquierdo.
"De ahí, le siguieron mis hermanos y ellos me invitaron, me trajeron desde niño. Y un día cuando mi hermano empezó a ser técnico de lucha, me dijo que viniera un día y que, si me gustaba, me quedara. Vine, les gané a todos, me sentí bien, esto es lo mío y me quedé", dice Carlos Arturo Izquierdo, luchador colombiano.
Mario, quien por una lesión en el hombro tuvo que dejar la competencia, ahora, como entrenador, se encarga de guiar a Carlos.
"Siempre se tuvo en cuenta que aquí dentro del colchón, yo era el atleta y afuera éramos hermanos", afirma Carlos.
"También llora uno de emoción en la casa recordando, inclusive tengo cuadros abrazándonos en las primeras clasificaciones a Olímpicos", señala Mario.
Esa perseverancia, que viene de generación en generación, ya da frutos.
"Para mí fue un sueño disputar una medalla, tengo entendido que soy el primer colombiano hombre en disputar una medalla mundial, había habido buenos deportistas en los mundiales, pero no habían disputado la medalla", explica Carlos.
Apoyo y tradición de familia, sumado al acompañamiento estatal, han hecho de Carlos una promesa en la lucha masculina.
"Cuento con el apoyo del Ministerio (del Deporte), me he sentido muy respaldado desde que arranqué mi carrera como selección Colombia y desde que empecé a ganar medallas me empezaron a incentivar económicamente. Y para los viajes siempre me han tenido en cuenta", dice.
Múltiple medallista panamericano en diferentes categorías, dos participaciones en Juegos Olímpicos (de la Juventud y Mayores en Río 2016) y recientemente clasificado a los de Tokio 2020 son, entre otras, las cartas de Carlos Izquierdo, el luchador de toda una dinastía.
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