Por segunda jornada consecutiva el Tour de Francia se pone en manos del viento o del esprint, aunque en esta ocasión durante un maratón de 219,9 kilómetros en tierras de la Carmaga camino de los Pirineos.
Entre Nimes y Carcasona, el pelotón atravesará una parte de la geografía de Francia en la que el viento puede convertir en un espectáculo una jornada que por trazado, parece destinada a una llegada masiva.
Si sopla, puede convertir en estresante una jornada del Tour de Francia que, sobre el papel, aparece de transición, sin dificultades montañosas, ni siquiera el Pico de Nore que en otras ediciones se asciende en las proximidades de Carcasona, pero que en esta ocasión ha quedado fuera del recorrido.
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Como la víspera, el viento parece el único elemento que puede impedir que los grandes llegadores se jueguen el triunfo de etapa y el británico Mark Cavendish tenga la ocasión de igualar el récord de triunfos parciales con el belga Eddy Merckx.
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