Ya es bien conocida la falta de tacto del presidente de Estados Unidos, pero un episodio este año resultó especialmente vergonzoso porque ocurrió con la reina del protocolo.
Isabel II invitó al presidente y a su esposa Melania a tomar el té en el Castillo de Windsor, pero iban a pasar revista a la guardia británica, a pesar de las indicaciones de la reina, Trump no se ubicaba, se paró delante de ella y, peor aún, le dio la espalda.
La perdió de vista por un segundo y se produjo esta insólita escena de la soberana, de 92 años, tratando afanosamente de recuperar su puesto y su dignidad.
Updated: diciembre 28, 2018 09:26 p. m.