El COVID-19 no solo ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los seres humanos, también de las empresas.
Hoy sus líderes debaten la forma en la que estas operarán hacia adelante y cómo deberán aportar en la construcción de un nuevo modelo de sociedad más sostenible e incluyente.
Desde Medellín, Carlos Ignacio Gallego preside el Grupo Nutresa, líder en alimentos procesados en Colombia y uno de los jugadores más relevantes del sector en América Latina. Tiene 46 mil colaboradores y con sus 8 unidades de negocio, que incluyen desde chocolates y pastas hasta restaurantes, vende sus productos en más de 70 países.
“La pandemia lo que ha hecho es poner a prueba las capacidades de sostenibilidad y de hecho nos ha recordado muchos temas que yo creo que no son tan nuevos. Por ejemplo, la vulnerabilidad. Y ser capaces de desaprender, de tomar decisiones, de fijar prioridades y con base en eso enfrentar esos riesgos que se vienen”, dice Gallego.
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¿Y cuál cree que es la responsabilidad de esos líderes con la sociedad, usted como uno ellos, después de la pandemia?
“Yo siempre he pensado que los líderes lo que hacemos son cuatro cosas: uno, acompañar el desarrollo de otros; y otro es un compañero de trabajo, un proveedor, un emprendedor o un pequeño empresario.
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Segundo, los líderes construimos confianza. Y cuando hablamos de confianza es, por ejemplo, creer que el futuro puede ser mejor y trabajar para que eso se dé.
Tercero, los líderes buscamos siempre propósitos superiores que nos enganchen y que uno sea capaz de luchar por ellos.
Y cuarto, mantenemos viva la esperanza”, sostiene.
En Medellín también se encuentra Juan Raúl Vélez, el fundador de Cueros Vélez, el mayor fabricante de artículos de cuero del país, quien ha tenido que reformular su negocio buscando mayor eficiencia, protegiendo el talento de su empresa y su cadena de proveedores.
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“El talento lo tiene que cuidar. Si una persona no le genera valor a una empresa, puede prescindir de ella. Pero la gente que le genera valor, que es valiosa, que es talentosa…esa gente hay que cuidarla”, dice Vélez.
¿Serán las empresas, como generadoras de empleo y bienestar, las encargadas de llevar al país por un mejor camino?
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“Sectores ven al empresario como un enemigo, como un explotador. No se dan cuenta de que si no existiera el empresario, la empresa, ¿cómo saldría adelante un país? No entiendo cómo. Y en realidad, nosotros somos lo que generamos la riqueza, somos los generadores de empleo, de riqueza. Imagínese un país sin empresas. ¿Quién da la mano de obra?, ¿el Estado?, ¿el Estado subsidiado con qué?, ¿quién paga los impuestos?, las empresas”, señala.
¿Pero quizás el mensaje debe ser que después de esto logremos ser mejores personas, una mejor sociedad, y desprenderse de esos fantasmas que nos han perseguido durante tantos años?
"Soy optimista con el futuro. Pienso que esto que nos está pasando es para bien, siempre y cuando nos pellizquemos. Porque aquí la cosa es no concentrarnos en los problemas que tenemos o que hemos tenido, sino concentramos en las soluciones. Desde ahí debemos construir lo que hace falta y cómo logramos llenarlo.
Creo que el empresario tiene que pensar mucho más en la gente de lo que ha pensado. Repartir más riqueza como mejorar salarios, mejorar bienestar. Que se vea más el trabajo de los empresarios generando bienestar”, agrega.
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Una visión en la que coincide Carlos Ignacio Gallego, presidente de Nutresa.
“Creo que tenemos un reto gigante como sociedad de generar más empleos, de generar más oportunidades, especialmente para las mujeres y para los jóvenes, que han sido los más golpeados. A nivel empresarial, la productividad sigue siendo absolutamente necesaria, porque no es vía precio que se van arreglar los negocios, al revés… va a ser más difícil tocar los precios que nunca. Y si queremos generar valor económico, vamos a tener que trabajar mucho en productividad”, explica.
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Como nunca antes, el impacto generado por el COVID-19 ha resaltado la importancia de la conservación del empleo, la conciencia de la interdependencia y el cuidado del medio ambiente.
Así lo afirma, desde Cali, Harold Eder, el presidente de Manuelita, uno de los mayores productores de azúcar y biocombustibles de Colombia con operaciones agroindustriales diversificadas en Chile, Brasil y Perú.
“Lo más importante es tener un plan de reactivación, un plan de inversión en infraestructura y recuperación y generación de empleo en el mismo sentido en el que el gobierno nacional lo ha propuesto, y que creo puede desarrollarse y reforzarse aún más. Eso va a requerir inversión de recursos públicos y privados”, señala Eder.
La empresa que fundó su tatarabuelo en 1864 ha sido testigo de las vicisitudes más impactantes de la humanidad en los últimos 150 años.
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“En más de 150 años de historia hemos visto todo tipo de crisis incluyendo guerras, conflictos sociales, crisis climáticas; toda una serie de eventos. Creo que lo más importante, y lo que nos ha permitido como grupo empresarial superar exitosamente todas las crisis, incluyendo la que estamos viviendo, es ser muy fieles a nuestro propósito empresarial.
Esto muy fundamentado en tres valores principales: la integridad, la austeridad, el espíritu pionero y, desde luego, el respeto por la gente y compromiso con su desarrollo.
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Mi tatarabuelo, el fundador, dijo que para ser exitosos empresarialmente necesitamos generar progreso y cuidar el medio ambiente".
Además de la importancia del cuidado del planeta, la pandemia también ha acelerado los procesos tecnológicos de las empresas.
“Ha ganado fuerza todo lo digital, la interacción digital se ha fortalecido. Sin embargo, siempre he sostenido que uno puede ser cercano aun virtualmente. Por eso acá nosotros no hablamos mucho de distanciamiento social, sino el distanciamiento físico, que es diferente”, dice Carlos Arturo Gallego.
Y será el comercio electrónico el que marcará el futuro del negocio de la distribución.
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“Ya estamos dejando los centros comerciales más importantes porque la tienda más grande nuestra ahora va a ser el comercio electrónico. Antes el comercio electrónico era complemento de las tiendas y ahora las tiendas van a ser complemento el comercio electrónico”, explica Juan David Vélez.
Para David Vélez, cofundador en Brasil de Nubank, el banco digital más grande del mundo, la pandemia también ha abierto camino a nuevos modelos de negocios tecnológicos y oportunidades para que las empresas creen relaciones más estrechas con sus clientes.
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“La pandemia aceleró tendencias fuertes a nivel global. Las más obvia es la digitalización de todos los servicios.
Ya hay gente consumiendo salud, hablando con el doctor, haciendo gimnasio por internet, su banco es el celular, todo es digital y esa es tal vez un poco más obvia.
Pero otras tendencias que venían pasado, que son menos obvias, son la forma en la que las empresas se relacionan con sus consumidores. Muchas empresas que entendieron el momento lograron utilizar este momento para ir más allá y crear vínculos fuertes con el consumidor. Los consumidores de hoy esperan más de las compañías. Ya hoy no es suficiente que las compañías crezcan para generar más y más lucro el año siguiente.
Los consumidores esperan que las compañías tengan misiones sociales que vayan mucho más allá. Y creo que la pandemia ha mostrado justamente eso”, dice el cofundador de Nubank.
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Desde sus industrias, Carlos Ignacio Gallego, Juan Raúl Vélez, Harold Eder y David Vélez coinciden en que, más allá de la pandemia, los negocios y la sociedad prosperarán en la medida que se reconozca al otro.
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