Ya traíamos una deuda en salud mental y esta crisis incrementa el déficit y por otro lado la demanda de atención. Desde su punto de vista de la región, ¿qué deben hacer nuestros debilitados sistemas de salud para atender esta situación de manera integral, rápida y cubrir las necesidades reales de la población?
“Se requiere que todos los sectores incluido el Gobierno, la sociedad civil, los encargados de formulación de políticas públicas, los donantes, operantes internacionales, organismos sin ánimo de lucro, etcétera, etcétera deban tener conciencia en relación con la importancia de incrementar los recursos y la inversión en salud mental”.
¿Disponen los países de financiación adicional suficiente para atender estas actividades?
“No, laOrganización Mundial de la Salud llevó a cabo un estudio entre los meses de junio y agosto este año y encontró evidencias muy importantes en relación a que definitivamente más del 60% de los países estaban demostrando que los servicios de salud mental realmente no estaban preparados para una respuesta oportuna, en relación con la exacerbación de los problemas y los trastornos en salud mental.
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Tres cuartas partes de los países que hacen parte del estudio señalaron además había muy poca preparación por parte de otros sectores como el sector de la educación y los lugares de trabajo para realmente brindar un soporte en relación con la respuesta a personas con dificultades o con riesgos en la salud mental”.
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Tenemos un enorme enemigo que es el estigma que lleva a discriminación a todo nivel. ¿Cuál puede ser la fórmula para combatirlo de manera efectiva?
“La evidencia en términos generales señala que una estrategia fundamental para trabajar el tema relacionado con el estigma y la discriminación es contar con una información clara, veraz, oportuna como una clave importante para prevenir el estigma. La forma en que nos comunicamos es vital.
Y que, por supuesto, nos den a nosotros elementos para cuidarnos, para asumir un cuidado responsable. Una comunicación que tenga principios relacionados con la solidaridad con el altruismo, el cuidado, el respeto por el otro.
Uno de los legados de esta crisis tiene ver con la telemedicina que puede ser una solución para regiones alejadas y para aliviar un poco este déficit, a pesar de que en Psiquiatría ese contacto directo es fundamental”.
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Ustedes han hecho estudios sobre el tema en la adopción de la telemedicina y la teleterapia. ¿Qué han encontrado?
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“Lo que hemos encontrado, y lo que muestra el estudio, es que más o menos un 70% de los países han adoptado diferentes estrategias de tele y orientación para subsanar las brechas de los servicios de atención presenciales. Sin embargo, hay muchas disparidades y muchas diferencias entre los países, entonces siendo esto una oportunidad realmente no es muy factible para países de ingresos bajos, o ingresos medios cómo podría ser Colombia.
Invertir en salud mental es invertir en bienestar y progreso, aquí hay un llamado enérgico a los dirigentes y gobernantes.
Es absolutamente necesario incrementar los recursos y cuando hablamos de recursos, y no solamente estamos hablando de recursos financieros, que son fundamentales sino también en tecnología, también en los en la formación y la generación de capacidades para que todos los equipos aún no especialistas en salud mental desarrollen capacidades, expertise.
Quienes invierten en salud mental definitivamente cosecharán beneficios, las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud informan que casi un billón de dólares son las pérdidas anuales de productividad económica causadas únicamente por problemas relacionados con depresión y con ansiedad. Es decir, cada dólar gastado en tratamiento de depresión y ansiedad nos indica que tenido un retorno de 5 dólares entonces la inversión es absolutamente retornable”.
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Reviva la décima entrega de “El proyecto es Colombia”
El tema es extenso, el tiempo corto pero el llamado es claro: urgente incremento de la inversión. Su reflexión final.
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“Definitivamente en tiempos difíciles como los que hemos vivido este año se notan mucho más las brechas que hay para el acceso a los servicios de salud mental.
Y como lo dice el lema de la Organización Mundial de la Salud no hay salud sin salud mental, se requieren recursos humanos técnicos y financieros para el logro de un mayor bienestar de todos los ciudadanos en cada momento de nuestro ciclo vital”.