Mientras que gremios respaldaron el texto del proyecto y pidieron que no se hagan modificaciones, sectores políticos creen que se deben discutir ciertos temas.
Lo que hasta ahora se ha llamado ley de financiamiento pasa a llamarse ahora reforma tributaria. El texto del documento es el mismo que fue aprobado en diciembre pasado y solo tuvo ajustes con temas cuyos plazos ya vencieron.
“Hay justes con las fechas que tienen que ver con el desmonte del impuesto al patrimonio, con la renta presuntiva. Pero en su contexto, en su estructura, es exactamente lo mismo que salió del Congreso”, dice Óscar Darío Pérez, representante a la Cámara.
Pero no hay certeza de que el documento que entra al Congreso sea el mismo que saldrá aprobado al final de los debates. Por eso los congresistas llaman a los sectores económicos para que restrinjan las peticiones de favores, que suelen presentar durante el trámite de normas como esta.
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“No hay que hacer el lobby sobre esas materias específicas porque eso lo que haría sería es enrarecer el ambiente y podría entonces ampliar las discusiones y no tenemos el tiempo suficiente para ello”, añade el representante Pérez.
Sin embargo, ya algunos anuncian propuestas para debatir.
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“La tarifa exenta para el IVA de los vehículos híbridos y de los vehículos eléctricos, el sector ambiental ha aclamado por esa inclusión”, menciona Richard Aguilar, senador de Cambio Radical.
Otros artículos que ya están sufrirían modificaciones.
Los bancos, los constructores, las zonas francas y los textileros ya están pidiendo que se modifiquen artículos que los afectaron a ellos con algún impuesto.
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