El pasado domingo las gimnastas del equipo alemán hicieron su aparición en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con unos trajes de cuerpo entero, que se diferenciaron de las acostumbradas trusas que se usan en la práctica de esta disciplina.
La representantes adujeron que la razón para usar unas prendas diferentes como una reivindicación de la necesidad de sentirse cómodas para practicar su deporte, como señala Infobae.
Elisabeth Seitz, Sarah Voss, Pauline Schaefer-Betz y Kim Bui hicieron su presencia en las justas de Tokio vistiendo un traje de color rojo y blanco que cubría las piernas y brazos, que se veía muy elegante y estilizado, sin hacer extrañar las ajustadas trusas.
Y es que el tema no se ciñe a la comodidad de la práctica en sí, sino frente a las miradas de personas que han sexualizado a las deportistas enfocándose en su físico, en lugar de sus capacidades deportivas y artísticas.
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Una de las atletas, Elisabeth Seitz, dio entender de una forma muy sutil que había una gran cantidad de fotos de gimnastas de corta edad circulando por internet en algo que no todos ven con la fijación en el aspecto deportivo. Ella añadió que permitir que se usen trajes diferentes a la trusa, era un "gesto importante".
Esta decisión de las deportistas, se suma a la del equipo femenino de balonmano de playa, de Noruega, que cambió el bikini por una pantaloneta corta para enfrentar a España por la medalla de bronce en el Torneo Europeo que se había celebrado en Varna, Bulgaria.
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Pero que fueron multadas con 1.500 euros por no cumplir las normas de vestimenta la Federación Europea de Balonmano, que exige el uso del bikini. El contraste está en que a los hombres sí se les permite jugar con pantalonetas cortas, algo que visiblemente es una sexualización de las mujeres que practican dicho deporte.