Remco Evenepoel fue uno de los protagonista de la etapa 12 de la Vuelta a España , pero no por sus demoledores ataques en las montañas, sino por un fuerte susto que pasó en el transcurso de la jornada, este jueves.
Cuando faltaban 45 kilómetros para la llegada a Peñas Blancas, el corredor belga sufrió una fuerte caída, cuando intentaba tomar una curva. Allí, perdió el control de su bicicleta y terminó sintiendo el asfalto de la carretera.
Inmediatamente, Evenepoel se reincorporó, cambió su bicicleta y conectó con el pelotón principal sin ningún problema. Sin embargo, en las imágenes de la transmisión oficial se observaron las cicatrices con las que quedó el joven de 22 años.
Incluso, su uniforme terminó roto en el costado derecho y en la pierna terminó con sangre, también en su codo. Una señal de las secuelas que quedaron de su duro golpe en la fracción.
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A pesar del golpe, Remco Evenepoel no tiene miedo de lo que pueda ocurrir en los próximos días : "La caída no me afectó mucho, me sentí fresco después de dos días duros. Las caídas son cosas que pasan en el ciclismo, además los compañeros me ayudaron mucho y me lo tomé con calma. Me levanté rápido y me incorporé al pelotón, luego hice el trabajo que tenía que hacer. Con circunstancias de la vida", comentó.
Igualmente, habló de la recuperación que debe tener en el hotel en sus raspaduras: "Estoy bien y confío en los médicos del equipo, estoy en buenas manos. No me quiero estresar con la caída porque pierdo energía. Solo me centro en la carrera y en las próximas etapas de montaña".
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El belga de 22 años cruzó la línea de meta a 7 minutos y 38 segundos de Carapaz, pero en compañía de sus principales adversarios de la general, Primoz Roglic y Enric Mas.
"Las motos frenaron en la curva. Va bien, es solo una herida superficial, no hay nada grave dentro. En los últimos años ya he vivido cosas peores", señaló el líder.