El campeón del mundo Remco Evenepoel (Quick-Step) se impuso a su máximo rival por esta Vuelta a Cataluña, Primoz Roglic (Jumbo-Visma), gracias a un ataque en los últimos metros de la ascensión de La Molina, donde finalizó la tercera etapa.
Evenepoel le consiguió sacar dos segundos a Roglic más cuatro segundos de las bonificaciones. Pero esos seis segundos tan solo le sirven al belga para igualar el tiempo total del esloveno, que seguirá una jornada más como líder de la Vuelta a Cataluña.
Tercero fue el vencedor de la etapa en Vallter, el italiano Giulio Ciccone (Trek-Segafredo), que lideró el grupo que no logró seguir el ritmo del dúo Evenepoel-Roglic. Ciccone llegó a La Molina a 13 segundos del ganador y se mantiene tercero en la general, a 19 segundos de los colíderes. El español Mikel Landa (Bahrain Victorious) es cuarto a 44 segundos.
En el control de firmas antes de la salida en Olost (Barcelona), la mayoría de grandes nombres que perdieron tiempo el día anterior en Vallter (Gerona) explicaron que este miércoles era un buen día para buscar una fuga. Y no mintieron.
Publicidad
Quien lo intentó y encontró la fortuna fue el ecuatoriano Richard Carapaz (EF Education-EasyPost), que se encontró con el permiso del pelotón para marcharse en solitario tras perder más de tres minutos en la general. Le siguió otro gigante que no pasa por su mejor momento de forma, el francés Guillaume Martin (Cofidis).
El grupo de escapados finalmente lo formaron siete corredores. A Carapaz y Martin se les unieron el ecuatoriano Jonathan Cepeda (Caja Rural), el belga Maxim van Gils (Lotto), los italianos Simone Petilli (Intermarché) y Filippo Zana (Team Jayco), y el danés Niklas Eg (Uno-X Pro Cycling).
Publicidad
Evenepoel advirtió minutos antes de la salida que la escapada tan solo llegaría a la meta si conseguía una diferencia de, como mínimo, seis o siete minutos respecto al grupo de los favoritos. En caso contrario, él tenía un plan para ganar, como acabaría demostrando.
Y la aventura nunca alcanzó los cinco minutos de ventaja. El primer puerto de la jornada, el Coll de Coubet de primera categoría, la escapada lo coronó con 4 minutos y 43 segundos de margen.
Precisamente, el Quick-Step de Evenepoel endureció la carrera en el segundo puerto del día, el Coll de la Creueta de categoría especial, con la cima ubicada a 34 kilómetros de la meta. A causa de ello, redujeron a menos de 30 los integrantes del grupo de los favoritos. Entre los que cedieron hubo el británico Geraint Thomas (INEOs) y José Herrada (Cofidis).
Mientras tanto, por delante, Cepeda fue el primero de los escapados en ceder terreno y la distancia se redujo drásticamente. En la cima, la aventura ya se había reducido a tres integrantes: Martin, Carapaz, que previamente había perdido la rueda de los otros dos, y Van Gils. El margen tan solo era ya de un minuto y medio.
Publicidad
La Molina, un puerto de primera categoría con unas rampas máximas del 15%, recibió a los ciclistas con una meteorología mucho mejor de la habitual. Nada de nieve. Nada de lluvia. Nada de frío. Tan solo protagonismo para el sol, tapado por unas nubes tímidas, en una jornada primaveral.
La escapada comenzó la ascensión del puerto en Alp con tan solo 28 segundos y rápidamente Carapaz volvió a perder unos metros. Estaba jugando un poco. A falta de 11 kilómetros lanzó un ataque que tan solo pudo seguir Van Gils. De todas formas, la aventura simplemente logró posponer su final cantado.
Publicidad
El Quick-Step se mostró como el equipo más en forma en la ascensión y comandó el grupo de los favoritos, conscientes de las ganas de victoria de su líder. El ritmo fue tan fuerte que nadie quiso precipitarse a la hora de atacar.
Hasta que los titanes se movieron. Evenepoel lanzó el ataque a falta de 4,5 kilómetros y el único que le alcanzó la rueda fue Roglic. Por detrás hubo intentos para conectar con ellos y uno de los más interesantes fue el del español Marc Soler (UAE Team Emirates). Pero el destino, el previsto, ya estaba decidido.
La jornada de este jueves por fin dará, en principio, un descanso relativo a los favoritos de la Vuelta a Cataluña después de tres jornadas iniciales intensas. La llegada a Sabadell (Barcelona) tras recorrer 188,2 kilómetros tiene muchos números de disputarse en un esprint masivo.
Aunque esto no significa que desaparezca la dureza. Poco después de la salida se volverá a subir el puerto de La Molina, al que le seguirán el Alt del Collet de Sant Agustí y el Coll de Lligabosses, ambos de tercera categoría. Las emociones fuertes, salvo sorpresa, regresarán el viernes con el final en Lo Port (Tarragona).
Publicidad