El final de la etapa 17 del Tour de Francia ofrece un abanico de posibilidades de ataque, con una llegada en alto y el ascenso a tres puertos de primera categoría, cita importante con la alta montaña.
Tras unos 50 kilómetros llanos, el pelotón afronta una jornada de constante sube y baja, sin un metro de reposo.
Comienza con la subida al Aspin y sus 12 kilómetros al 6,5 %, un puerto no demasiado difícil que servirá para dejar las primeras fuerzas, al igual que la Hourquette d'Ancizan, de segunda categoría.
El primer trampolín susceptible de lanzar ataques llega a poco más de 30 kilómetros para la llegada con la subida irregular a Val-Louron, 10,7 kilómetros por una carretera rugosa y una pendiente media del 6,8 %.
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Su cumbre se sitúa a 20 kilómetros para la llegada, en un descenso rápido que desemboca al pie de Peyragudes, el ascenso al aeródromo pirenaico, el tercero al que llega este año el Tour, tras el de Megève y el de Mende.
Al pelotón le quedarán solo 8 kilómetros de subida con una pendiente del 7,8 %. Un ascenso más largo que el de 2017, cuando se impuso el francés Romain Bardet, y también más complejo, que puede marcar diferencias importantes en los aspirantes a la general.
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Las carreteras no ascienden en esta parte de los Pirineos tan altas como las de Alpes, pero el terreno es propicio para marcar diferencias.
Se puede imaginar que una escapada llegue para disputarse la victoria de etapa, mientras que los que se juegan la general corran una carrera paralela.
Mapa y altimetría de la etapa 17 del Tour de Francia 2022:
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¿Cuáles son los cuatro puertos de montaña de la etapa 17 del Tour de Francia?
- Col d'Aspin (1ª): 12 km al 6,5 % a 64 km de meta
- Hourquette d'Ancizan (2a): 8,2 km al 5,1 % a 48,1 km
- Col de Val Louron-Azet (1ª): 10,7 km al 6,8 % a 20,2 km
- Peyragudes (1ª): 8 km al 7,8 % en meta.