El británico Tom Pidcock (Ineos) conquistó este jueves la duodécima etapa del Tour de Francia , con final en la legendaria cima del Alpe d'Huez, mientras que el danés Jonas Vingegaard conservó el maillot amarillo de líder que se había enfundado la víspera.
El danés del Jumbo resistió los ataques de su principal rival, el esloveno Tadej Pogacar, vigente doble campeón del Tour, que cruzó la línea de meta justo por delante del maillot amarillo.
Pidcock (22 años), campeón olímpico de bicicleta de montaña, formó parte de la escapada del día, y superó en la meta a 1.850 metros de altitud al sudafricano Louis Meintjes (Intermarché) por 48 segundos y al británico Chris Froome, cuatro veces ganador del Tour, por algo más de dos minutos.
"Es una de mis vivencias más hermosas. Simplemente es increíble, ¡lograr mi primera victoria en el Tour de Francia en el Alpe d'Huez!", afirmó el ganador del día.
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En la clasificación general, Vingegaard sale de los Alpes con 2 minutos y 22 segundos de ventaja sobre Pogacar, que ascendió este jueves del tercer al segundo puesto, que ocupaba el francés Romain Bardet, ahora cuarto.
Tercero en la general es el también británico Geraint Thomas, anterior vencedor en Alpe d'Huez -en 2018- y líder de un Ineos que se llevó este jueves la etapa, consolidó en el podio a Thomas y colocó también a Pidcock en el octavo puesto de la general.
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Menos movimientos que la víspera
Un día después de la etapa de locura en el Col du Granon, los aspirantes al podio en París no se mostraron hasta la subida final (13,8 kilómetros al 8,1%) en esta etapa de 165,1 kilómetros, pero a la que llegaron con seis minutos de retraso sobre los escapados, demasiado para pelear por la victoria de etapa.
"Después de la jornada de ayer, no tenía la confianza que me hubiese gustado. Creo que habría podido estar mejor. Pero las sensaciones fueron en todo caso buenas hoy", confesó Pogacar.
Con salida en Briançon, la ciudad francesa a mayor altitud sobre el nivel del mar (1.350 metros) y en la que conquistó una etapa el colombiano Mauricio Soler en 2007, los 159 corredores que proseguían en carrera en la salida encararon una nueva subida al Galibier, aunque en esta ocasión por su vertiente menos infernal, por el Lautaret.
Varios corredores con muy poco que decir en la general lograron abrir hueco con un pelotón en el que el Jumbo no sentía la menor obligación para endurecer el ritmo.
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Así, en el día de la fiesta nacional francesa, fue uno de los suyos, Anthony Pérez (Cofidis), el primero en coronar este jueves el techo de este Tour, a más de 2.600 metros de altitud.
Ataques estériles
Luego de un largo descenso de ese coloso por la misma parte por la que se ascendió el miércoles, se unió casi sin solución de continuidad la bajada del Telegraphe, antes de encarar la interminable subida a la Croix de Fer, el segundo puerto de categoría especial del día, con sus casi 30 kilómetros hacia el cielo. El primero en alcanzar su cumbre fue el italiano Giulio Ciccone.
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Ya en el Alpe d'Huez, la subida de las 21 curvas, Pogacar atacó a falta de cuatro kilómetros sin lograr dejar atrás a Vingegaard. Lo volvería a intentar dos kilómetros después, con idéntico resultado.
El colombiano Nairo Quintana cedió en meta cerca de un minuto y 20 segundos con ambos favoritos y dio un paso atrás en su pelea por el podio.
Ajeno a esa pelea por el maillot amarillo, Pidcock realizó una subida muy regular en la que con un ritmo constante fue dejando descolgados uno a uno a sus acompañantes.
En su segundo año como profesional, logró una segunda victoria en su carrera que le coloca con letras capitales en la historia del Tour.
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La decimotercera etapa del Tour de Francia, el viernes, supone el regreso al llano luego de dos días de alta montaña por los Alpes, para alivio de los esprínteres, con un recorrido de 192,6 kilómetros entre Le Bourg d'Oisans y Saint-Etienne .