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Un indígena, en el escuadrón encargado de que Medellín siga siendo una ‘tacita de plata’

Así sea en cuarentena, recorre la ciudad en todos sus puntos cardinales con 131 vehículos, tripulados por 400 servidores para hacerle aseo.

¿Se ha imaginado una cuarentena sin quien recoja toda su basura o la de sus vecinos? Difícil, ¿no? Por fortuna, para que Medellín no pierda su chapa de la ‘Tacita de plata’, están ellos, el escuadrón recolector de desechos de Emvarias.

Ellos nunca dejaron de estar, ni siquiera por el aislamiento obligatorio.

“Nosotros vamos a estar aquí porque es un servicio especial, por eso nosotros trabajamos continuamente, no paramos, el trabajo de nosotros es la recolección, barrido y recolección de residuos sólidos”, explica Demetrio Yagarí, uno de los 400 recolectores de desechos sólidos.

Demetrio tiene un nombre como de galán de telenovela y con su trabajo engalana, pone bonitas, limpias,las calles del centro de Medellín.

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“Lo mejor que me pudo haber pasado en este momento es esto, este tipo de trabajo que tengo, prestarle un servicio a la comunidad, a la gente”, afirma.

Su equipo de trabajo es todo un escuadrón que día a día recorre la ciudad para hacer un trabajo como el de Demetrio, quien tiene claro que con los desechos sólidos el coronavirus podría propagarse sin control.

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“Por ejemplo, si nosotros dejáramos el limpiar el centro, en mi concepto, la basura sería mucha y eso se presta como a dar otro tipo de enfermedades y más con este virus que es tan peligroso”, dice el hombre.

Demetrio Yagarí tiene rostro y apellido de historia. Proviene del resguardo indígena karmata rua, en el suroeste de Antioquia. Él llegó hace 25 años a Medellín y desde hace 16 trabaja como recolector de desechos sólidos.

Trabaja en las tardes, pero estudia licenciatura en educación física en las mañanas. Sabe que ambas funciones aporta mucho para que el virus no se propague.

“El ejercicio a uno lo vuelve resistente, le oxigena el cuerpo, el ejercicio también a partir de que lo está oxigenando lo va volviendo resistente a muchas enfermedades”, asegura.

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Por estos días, recorren las solitarias calles de Medellín, en cuarentena obligada. El personal del aseo sabe de cuidado y como siempre, trabaja protegido con tapabocas, guantes, gafas y uniformes que evitan el contacto directo con los desechos y un eventual contagio.

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