Vivían debajo de un puente en el norte de Bogotá y los montaron en camionetas para llevarlos a un lugar seguro donde no los recibieron.
“Nos pintaron pajaritos en el aire, nos dijeron que nos iban a traer a un refugio y nos iban a dar comida y útiles personales”, denuncia uno de los hombres, quien contó que no tienen dinero para sus necesidades básicas.
El grupo de venezolanos fue trasladado al barrio Restrepo, sur de Bogotá, y los dejaron en un hotel donde se encontraron con un problema. “Nos dicen que tenemos que pagar a diario para podernos quedar y si estábamos debajo de un puente es porque no tenemos plata”, contó una de las mujeres que se vio obligada a dormir en la calle.
Los extranjeros le pidieron al gobierno local que los “acerque a la frontera, es lo único que queremos. Cuando crucemos ese puente, resolveremos en nuestra tierra”.
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