La muerte de un pequeño originó unas airadas protestas de habitantes de el barrio Cristo Rey.
Ante los disturbios fue necesaria la intervención de miembros del Esmad, ya que la gente sospechaba que los padres del menor estarían detrás de esta muerte.
Ante la situación, la mamá del niño, el padrastro y otra mujer, se encerraron en el tercer piso de una casa mientras afuera la turba los esperaba.
Con el paso del tiempo, por aire y tierra la Policía intentó controlar a cerca de doscientas personas que intentaban hacer justicia por mano propia.
La comunidad enfurecida los atacó con piedras justo cuando salían de la vivienda. Ante la delicada situación, los sospechosos debieron ser trasladados en una tanqueta.
La víctima ingresó en la mañana de este viernes a la Clínica Las Américas por un supuesto cuadro de virosis. Según su mamá, el niño tenía una fuerte gripa, versión que fue desmentida por la hermana de la mujer.
“Tenía la cabeza llena de chuzones, tenía un golpe en la parte de atrás de la cabeza horrible, tenía un hueco en la clavícula y en el cuello. El bebé hace mucho tiempo era maltratado”, manifestó la tía del menor, Sara Giraldo.
Por su parte, el comandante Operativo de la Policía Metropolitana, Juan Carlos Restrepo, manifestó que “hay algunos brotes y huellas en el cadáver del menor que señalan que hubiese violencia doméstica frente al mismo; en este momento se están haciendo todas las entrevistas”.
El cuerpo del menor permanece en medicina legal.
Updated: septiembre 16, 2017 10:35 a. m.