Aunque Aída Victoria Merlano Manzaneda afirma que no sabía del plan de la excongresista, los videos dan a entender que fue testigo de cómo fraguó su huida.
La joven de 20 años sería imputada como coautora de fuga de presos e instrumentalización de menores de edad para ese mismo fin.
Este último delito le acarrearía una pena de 10 a 20 años de cárcel en caso de ser hallada culpable.
El cargo se le imputaría porque a la cita con el odontólogo de su mamá también acudió el hijo de 17 años de la política fugitiva.
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Aída Victoria fue capturada en la madrugada del viernes en Barranquilla, cuando se movilizaba en un carro con un amigo.
Llama la atención de las autoridades que la hija de la excongresista se cambió el nombre hace ocho meses, la misma semana en que la Corte Suprema de Justicia negó la nulidad del juicio contra su mamá.
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La decisión vino acompañada de un cambio físico progresivo, que para los investigadores tenía un fin: parecerse a su madre, condenada a 15 años por corrupción electoral y hoy buscada en 194 países.
La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, por su parte, cuestionó a Aída Merlano por lo que está ocurriendo con sus hijos tras la fuga.
Me pregunto qué pesará más en Aida Merlano: si el costo moral de ver a su hija en la cárcel por su fuga, o , la presión de sus aliados políticos para que no hable sobre el entramado de la corrupción y la compra de votos .
— Marta Lucía Ramírez. (@mluciaramirez) October 4, 2019
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