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En busca de la tierra prometida: 94 excombatientes inician nueva vida en el Urabá antioqueño

La falta de garantías de seguridad los obligó a despedirse del espacio territorial que les fue asignado hace tres años, en la vereda Santa Lucía de Ituango.

En busca de la tierra prometida y tras el deseo de un nuevo comienzo, 94 excombatientes empacaron sus pertenencias para mudarse alUrabá antioqueño .

Allí habían echado raíces pese a que el accionar de los grupos armados que se disputan esta zona del país terminaron asesinando a 12 de sus integrantes.

La falta de garantías de seguridad los hizo protagonizar un desplazamiento forzado.

Así, 94 firmantes salieron esta mañana, a las 11:00 a.m., después de una larga noche de espera de los buses y camiones que los transportarían.

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“Llegamos a las 3:00 p.m. con muchas dificultades en materia de movilidad, ya que nos quieren imponer situaciones que no son las mejores en este desplazamiento, que de una u otra manera se hace más bien forzado”, expuso Juan de Dios Quintero, presidente de la ETCR Román Ruiz.

Fueron tres horas de una caravana lenta hasta llegar al casco urbano de Ituango, donde, para su sorpresa, fueron recibidos en la zona abierta de un parqueadero al lado de la chatarra.

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Buscaban descasar con sus familias y sus pequeños hijos, pero no fue posible.

“Es una ruta de más de 15 horas, estaríamos llegando a las 8:00 a.m. a Mutatá. Decimos esto porque vamos a viajar de noche y nosotros habíamos presupuestado este viaje de día ante cualquier situación que se pueda presentar”, indicó Marcos Urbano, integrante del Consejo Departamental de los Comunes.

Pero no hubo acuerdo, fueron presionados a continuar el viaje de noche.

En medio de esta situación se dieron los reencuentros con los compañeros que tuvieron que salir del espacio territorial bajo amenazas, como Manuel Antonio González, más conocido como Élmer Arrieta.

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“Me llena de nostalgia reencontrarme con mis camaradas, realmente nunca los pensamos abandonar, sufrir el desarraigo que estamos pasando en estos momentos por falta de las garantías del gobierno, del Estado que no nos quiso garantizar la seguridad para todos nosotros y hacer la reincorporación como nosotros habíamos pensado, hoy nos toca salir huyendo para salvar las vidas”, lamentó Manuel Antonio González.

Le apostaron a la paz y están dispuestos a cumplir con lo acordado en su nuevo asentamiento en Mutatá, al sur de Urabá antioqueño, la tierra prometida.

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