Aunque las primeras hipótesis apuntan a un caso de mal de Chagas, el Instituto Nacional de Salud no lo ha confirmado.
La pequeña Karlis Armenta Ballestas, de 2 años, y su tío Skeiber Ballestas, de 17, ambos migrantes venezolanos, fueron internados hace dos semanas con los mismos síntomas.
“Ellos comenzaron con un cuadro de fiebre y se fueron al puesto de salud de Puerto Colombia; ahí les hicieron unos exámenes y salieron con plaquetas bajas a mi hermano y a mi hermana, y luego a la bebé”, aseguró Stewart Ballestas, familiar de los fallecidos.
Otros dos miembros de la misma familia venezolana se encuentran hospitalizados con los mismos síntomas. Las autoridades investigan si se trata de una patología importada, algún alimento o, si en efecto, se trata del mal de Chagas, como inicialmente indicaron los médicos.
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Por ahora, las autoridades del Atlántico encendieron las alarmas ante la incertidumbre por saber cuál fue la causa real de los padecimientos.
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