A sus 86 años, Laureano Meza Quintero salió victorioso de la clínica La Merced en Barranquilla tras ganarle la batalla al coronavirus.
Los aplausos, abrazos y frases emotivas no faltaron, y no era para menos, pues estuvo más de dos meses luchando contra el COVID-19 y lo venció cuando ya todo se creía perdido.
“Estuve 65 días hospitalizado y salí bien gracias a Dios. Yo sentí que se me venía el mundo encima”, aseguró.
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Asistido con oxígeno, Laureano, quien perdió más de quince kilos durante la hospitalización, lloró al volver a ver a su familia y a sus nietos, a los que temía no volver a abrazar.
“Me dejaron allá y después me metieron otra vez. Salí libre y hoy tengo fe de que voy a caminar bien, gracias a Dios, a la fe”, expresó.
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Uno de sus nueve hijos, quien es médico, se hospitalizó junto con su padre para ayudarlo a combatir la enfermedad.
“Yo creo que mi papá tocó el cielo y volvió. Fueron momentos muy duros que no se los deseo a nadie. Puedo dar testimonio que ese calor, que ese acompañamiento de uno como familiar, como hijo, es fundamental para que nuestros pacientes salgan adelante”, aseguró Laureano Meza, el hijo.
La batalla de Laureano continúa ahora con el apoyo de su numerosa familia y con terapias para volver a caminar y a trotar como lo hacía muchas veces.