Kelly Carolina Pérez Trigos, de 29 años, fue asesinada en Soledad, Atlántico. La comunidad LGBTI pidió investigar si el crimen se cometió por un atraco o por la orientación sexual de la víctima, que era lesbiana.
Belén Pérez, mamá de la mujer, le dijo a El Heraldo que un sujeto “con gorra y tapabocas se acercó y le disparó dos veces y se fue caminando como si nada”.
Aunque las autoridades manejan la hipótesis de que la joven murió en medio de un robo, la organización Caribe Afirmativo dijo que “a esta premisa manejada por el CTI le faltan varias aristas”.
Señaló que “por conocimiento de vecinos y amigos, Kelly prestaba sus servicios en su hogar, siempre y cuando se acercaran a su puerta e hicieran un llamado, es decir, no permanecía en la terraza. Por lo tanto, al analizar la forma de ocurrencia de los hechos hay que ver que el sujeto ingresa a su residencia y realiza disparos a sabiendas de su condición económica, ante la presencia de moradores y de otros testigos”.
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“De lo anterior, queda en duda si la razón principal para matar a Kelly fue un hurto al cual se resistió (tesis que argumenta el CTI y la Fiscalía), o estamos hablando de un caso de feminicidio, en los cuales los móviles están relacionados con el hecho de ser mujer o su orientación sexual”, agregó.
Según cifras de Caribe Afirmativo, en lo que va de 2020 se han reportado 10 casos de feminicidios contra mujeres LBT: cinco en Atlántico, una en Bolívar, una en Cesar y tres en el Magdalena.
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