Esta familia de Nueva Yok corrió pudo sobrevivir a la conflagración que se desató durante la madrugada en el primer piso de la casa. El golden retriever entró inesperadamente a la habitación principal y despertó a la mujer y a su pareja, quienes pronto notaron que algo andaba mal.
Aunque las llamas se propagaban con rapidez, lograron sacar a sus dos hijos sanos y salvos.
Lo más sorprendente es que el perro no conocía la casa, pues no era de ellos, sino de la abuela, que había dejado al animal hacía solo cinco horas antes del incendio.