A Jaime Garzón lo mataron sicarios de la llamada banda criminal de La Terraza de Medellín; todos, al servicio de Diego Fernando Murillo, alias ‘don Berna’.
"De acuerdo a las investigaciones, a él lo mataron porque para un sector de la fuerza pública, con el apoyo del paramilitarismo, Jaime Garzón era incómodo”, explica Iván Lombana, director de Articulación de Fiscalías Especializadas.
Pero, ¿por qué era incómodo?
“Porque comenzaron a oírse unas versiones de un supuesto arreglo que él tenía con la guerrilla para intermediar secuestros en el que al parecer, cosa que se ha desvirtuado, se quedaba con parte del dinero de estos secuestros”, añade.
Noticias Caracol conoció en exclusiva estas imágenes inéditas de los pistoleros.
Según los investigadores, a Garzón lo mató este hombre: Alex Sanpedro.
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La moto en la que se movilizaba la manejaba este otro, alias ‘Yilmar’.
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Alias ‘el negro Elkin’ fue quien los contrató para cometer el crimen.
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Y esta mujer, conocida con el alias de ‘Ángela’, fue clave para organizar la logística del asesinato.
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Pero, para la Fiscalía, no actuaron solos.
El coronel Jorge Eliécer Plazas Acevedo, preso desde 2014 y experto en inteligencia, fue fundamental para seguir a Garzón.
Los investigadores tienen información según la cual este oscuro personaje recibió y alojó en Bogotá a los sicarios que llegaron de Medellín.
De hecho, en un reciente allanamiento a la brigada 17, a la que pertenecía el coronel Plazas Acevedo, los fiscales encontraron mapas y croquis de los seguimientos que le hicieron al humorista.
"Ahí apareció ese documento...y eso lo que explica es que sencillamente miembros de la fuerza pública siguieron a Jaime Garzón. Fue la información que finalmente le presentaron al comandante Carlos Castaño para que finalmente tomara la decisión de eliminarlo”, explicó Lombana.
Pero hay más militares y de más alto rango involucrados. La noticia bomba la tiene Iván Lombana, quien se ha convertido en el cerebro de la investigación que busca desentrañar el crimen.
Según el fiscal, el general del Ejército Rito Alejo del Río, condenado ya a 25 años de prisión por el crimen de un campesino en el Chocó, deberá dar explicaciones sobre el asesinato del famoso humorista.
“Claro que hay indicios porque para esa época lo han señalado de tener vínculos estrechos con los paramilitares y concretamente con Carlos Castaño y además porque era el superior del coronel Plazas Acevedo, quien ya está judicializado por el caso y detenido por este homicidio”, explica el jefe de la investigación.
El general Del Río será escuchado este 14 de marzo en versión libre por los fiscales del caso Garzón.
Otro enredado en este caso es José Miguel Narváez, exasesor de las Fuerzas Militares y exsubdirector del DAS, quien ya fue llamado a juicio, acusado de haber instigado a Carlos Castaño para matar a Jaime Garzón.
Pero aún hay piezas sin encajar. Los fiscales creen que hay más militares involucrados en la planeación del crimen y tienen la certeza de que pronto los llamarán a rendir cuentas.
El papel del DAS en el crimen de Jaime Garzón
Poco tiempo después del asesinato del humorista, el DAS presentó como un gran resultado la captura de dos sicarios de la banda La Terraza, llamados Juan Pablo Ortiz y Edilberto Sierra, a quienes señaló de haberlo asesinado.
Cinco años después los tuvieron que soltar porque un juez los declaró inocentes.
Desde ese momento se advirtió que se había torcido el proceso para que los verdaderos responsables pasaran ‘de agache’.
Y en ese complot de desviar las investigaciones tuvo un papel clave el general Mauricio Santoyo, famoso por haber sido jefe de seguridad del presidente Álvaro Uribe y también por sus señalados vínculos con los paramilitares de ‘don Berna’. De hecho, se entregó en Estados Unidos donde paga una pena de 13 años de cárcel.
Según la Fiscalía y testigos, hoy bajo protección, una vez asesinado Garzón el general Santoyo se encargó personalmente de no dejar huellas. De lo primero que lo señalan es de haber secuestrado dos de los sicarios, alias ‘Ángela’ y alias ‘Yilar’, para entregarlos a la organización de alias ‘don Berna’, que posteriormente los asesinaría.
Incluso, lo salpican con el plan para montar falsos testigos que desviarían la investigación.
“Hay señalamiento directos contra un alto oficial de haber tenido un papel protagónico en la estrategia de la desviación”, dice el fiscal Lombana.
Para ello, se había aliado con directivos y detectives del DAS de la época.
“Lo que hacían ellos era presentar informes mencionando a supuestas personas vinculadas al homicidio. Vamos a investigar y ya tenemos nombres completos”.
Por todo lo anterior, la Fiscalía tiene pistas claras para determinar que el asesinato de Jaime Garzón fue un oscuro, tenebroso y bien aceitado complot criminal, en el que fue fundamental el papel de altos miembros de la Policía y el Ejército, así como de directivos del DAS.
“Hubo participación de miembros de la fuerza pública. Eso define que un hecho es crimen de estado, yo diría que sí”, finaliza Lombana.