Foto: archivo Colprensa
Phanor Arizabaleta Arzayús murió a sus 78 años en el Centro Médico Imbanaco como consecuencia de un infarto, según lo confirmaron fuentes de este centro asistencial ubicado en el sur de Cali. Su deceso se produjo en la mañana de este domingo.
En el tracurso de la semana pasada, estuvo hospitalizado debido a complicaciones de salud y luego fue dado de alta. No obstante, tuvo una recaída que lo obligó a regresar al centro asistencial y que, finalmente, ocasionó su fallecimiento.
El señalado de ser el quinto hombre al mando del extinto Cartel de Cali había salido de la cárcel Picaleña, de Ibagué, a finales de marzo pasado por determinación de un juez de
la capital del Tolima
, quien consideró que ya había cumplido su pena de 28 años de cárcel por secuestro extorsivo, al tener en cuenta la disminución de pena debido al buen comportamiento y a las horas de trabajo.
Phanor Arizabaleta se entregó a las autoridades a mediados de 1.995, casi un mes después del homicidio del comandante de la Sijín en Buga, perpetrado el 7 de junio y del cual fue señalado como responsable.
Posteriormente, fue condenado a 28 años por secuestro extorsivo y, años después, recibió el beneficio de casa por cárcel debido a una operación de corazón abierto a la que fue sometido. No obstante, según las autoridades, la Policía lo sorprendió el 16 de abril de 2003 cuando se desplazaba entre Cali y Candelaria junto con un dragoneante del Inpec y su conductor.
El 16 de septiembre de 2010, la Dijín lo volvió a capturar en el marco de una operación coordinada con la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos, DEA, donde fue requerido en extradición por tráfico de estupefacientes en alianza con carteles mexicanos.
El 28 de junio de 2011 fue extraditado al país norteamericano, donde pagó una corta condena de ocho meses por narcotráfico. A su regreso a Colombia en marzo de 2012, nuevamente fue detenido por secuestro extorsivo debido a una orden de captura emitida por un juez de Cali.
De acuerdo con las autoridades, Arizabaleta Arzayús llegó a ser pieza clave en la legalización de insumos importados por los hermanos Rodríguez Orejuela para producir clorhidrato de cocaína y, posteriormente, se convirtió en empoderado para manejar todas las acciones de secuestro y extorsión del Cartel de Cali, donde también hizo parte de la cúpula junto con José 'Chepe' Santacruz Londoño y Helmer 'Pacho' Herrera.